La prematuridad es uno de los problemas de salud más prevalentes en la población infantil. La frecuencia de niños prematuros está aumentando en los países desarrollados y se ha conseguido incrementar la supervivencia, por tanto cada vez hay más niños prematuros en las consultas de los pediatras de Atención Primaria. En general, los niños con peso menor de 1500 g o una edad gestacional inferior a 32 semanas están incluidos en programas de seguimiento hospitalarios, pero la mayoría de las consultas que generan estos niños las atienden los pediatras de Atención Primaria. El pediatra de Atención Primaria deberá conocer el programa de seguimiento en el que está incluido el niño y deberá asegurarse que se realizan todos los controles. Casi el 20% de los menores de 1500 g abandona los programas de seguimiento y, por tanto, el único pediatra que valorará a estos niños es el de Atención Primaria.
El crecimiento y la nutrición son dos de los aspectos a los que hay que prestar más atención, sobre todo en los primeros meses tras el alta. Hoy en día se sabe que los niños que crecen mejor tienen una evolución neurológica mejor. La leche de madre proporciona múltiples beneficios a los niños prematuros, por lo que apoyar la lactancia materna en Atención Primaria será una de las tareas más importantes. También se deben conocer las características de los sucedáneos de leche de madre disponibles para los niños prematuros.