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Ayoze Adrián Correa Falcón, Gonzalo Duarte Climents 
, José Luis González Siverio
El envejecimiento de nuestra sociedad supone un reto importante para cualquier organización sanitaria. Esta evolución de la población genera la necesidad de que exista una adecuada gestión del paciente crónico precisándose de nuevos modelos para la estratificación de los mismos. Uno de los modelos más extendidos es el "Modelo de la Pirámide de Riesgo" que estratifica la población en tres niveles, con arreglo a su grado de complejidad, comorbilidad y el uso de recursos. Atendiendo a este modelo los pacientes crónicos complejos con pluripatología, comorbilidad, dependencia y gran consumo de recursos son susceptibles de ser incluidos en modelos de gestión de casos.
Se propone un caso clínico donde se pretende ejemplificar el trabajo de un gestor de casos. El caso clínico a estudio presenta a una mujer de 77 años con probable deterioro cognitivo, se trata de una persona en riesgo social, dependiente y con un cuidador familiar también dependiente. Tras la valoración, los diagnósticos priorizados son: Gestión ineficaz de la propia salud, Confusión crónica, Déficits de Autocuidado: Baño, uso del retrete y vestido, Afrontamiento familiar comprometido. Los resultados de indicadores NOC Hemos optado por presentarlos en tres formatos, puntuación total, media y porcentaje de consecución del objetivo.
En nuestro medio son cada vez más los pacientes que cumplen estas características de fragilidad y dependencia y cuando además a esto se le suma algún déficit de soporte social la labor en conjunto del equipo multidisciplinar encabezada por la enfermera gestora de casos es vital para el buen manejo de este tipo de pacientes.
