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En España, las enfermedades cardiovasculares constituyen uno de los problemas de salud más importantes para la población. La mayoría de las muertes evitables se deben a enfermedades coronarias y suelen ocurrir en el medio extrahospitalario. Se estima que cada año se producen en España más de 24.500 paradas cardiorrespiratorias, lo que equivale a una media de una cada 20 minutos, ocasionando cuatro veces más muertes que los accidentes de tráfico. La fibrilación ventricular es la responsable aproximadamente de un 80% de las paradas cardiorrespiratorias (PCR) extrahospitalarias. El tratamiento más eficaz para estas situaciones es la desfibrilación. Las posibilidades de sobrevivir a una PCR dependen de una actuación inicial rápida y adecuada, de ahí que se haya puesto en marcha la denominada Cadena de Supervivencia, en la que uno de sus eslabones fundamentales es la desfibrilación. Según el Real Decreto 365/2009, de 20 de marzo, por el que se establecen las condiciones y requisitos mínimos de seguridad y calidad en la utilización de desfibriladores automáticos y semiautomáticos externos fuera del ámbito sanitario, el desfibrilador semiautomático externo (DESA) es aquel producto sanitario destinado a analizar el ritmo cardiaco, identificar las arritmias mortales tributarias de desfibrilación y administrar una descarga eléctrica con la finalidad de restablecer el ritmo cardiaco viable con altos niveles de seguridad.
In Spain, cardiovascular diseases represent one of the major health problems for the population. The majority of avoidable deaths are caused by coronary diseases, and typically occur outside the hospital setting. It is estimated that every year over 24,500 cardiorespiratory arrests happen in Spain, which is equivalent to one every 20 minutes as average, causing four times more deaths than car accidents. Ventricular fibrillation is responsible for approximately 80% of cardiorespiratory arrests (CRAs) outside hospital. Defibrillation is the most effective treatment for these episodes. The likelihood of surviving a CRA depends on a fast and adequate initial action; therefore, the so-called Survival Chain has been established, and one of its essential links is defibrillation. According to Royal Decree 365/2009, dated March, 20th, which determines the minimum safety and quality conditions and requirements for using external automatic and semi-automatic defibrillators outside the hospital setting, an External Semi-Automatic Defibrillator (SAED) is that healthcare product used for analyzing cardiac rhythm, identifying lethal arrythmias adequate for defibrillation, and administering an electric charge with the aim to re-establish the viable cardiac rhythm with high safety levels.
