Rafael Garzón Benítez, Gracia María Pérez Fernández, Elisa Isabel Prados García, Isabel González Alabarce
Objetivo: determinar si una intervención enfermera sistematizada de acciones afectivas produce una disminución en el distrés experimentado por los niños ante la venopunción.
Método: estudio de intervención antes y después, realizado en el centro de salud de Almuñécar (Granada) con niños de 1 a 5 años que requerían venopunción para determinación analítica. Para determinar el distrés se utilizó la Children�s and Infants� Postoperative Pain Scale (CHIPPS). La intervención consistió en un conjunto de acciones afectivas: contacto continuo con padres/tutores; uso de lenguaje apropiado a la edad; muestra y explicación del material de venopunción y proyección de audiovisual preferido.
Resultados: muestra compuesta por 100 sujetos, distribuidos al 50% por sexo y dos categorías de edad (1-3 años y > 3-5 años). En el conjunto de la muestra se obtuvo un cambio significativo en todas las variables (p< 0,05), excepto en el llanto (p= 0,057). En los niños se observó cambio significativo en todos los parámetros, menos el llanto; en las niñas, el cambio se produjo en la expresión facial y postura del tronco, pero no para el llanto, inquietud motora y postura de las piernas. En el grupo de 1-2 años encontramos un cambio significativo en todas las variables, mientras que en el grupo de 3-5 años no se produjo el cambio en la postura de las piernas y llanto.
Conclusiones: se evidencia que la inclusión de unas sencillas técnicas afectivas produce una disminución del distrés del niño durante la venopunción.
Objective: to determine whether a structured nursing intervention of affective actions will cause a reduction in the distress suffered by children when faced with venipuncture.
Method: before-and-after intervention study, conducted at the health centre in Almuñécar (Granada) with 1 to 5-year-old children who required venipuncture for blood tests. In order to determine distress, the Children�s and Infants� Postoperative Pain Scale (CHIPPS) was used. The intervention consisted of a set of affective actions: continuous contact with parents / guardians; use of language adequate for their age; showing and explaining the venipuncture materials, and projection of their preferred audiovisual aids.
Results: the sample included 100 subjects, allocated on a 50% by gender and two age categories (1 to 3-year-old and > 3 to 5-year-old). There was a significant change in all variables (p< 0.05) in the overall sample, except for crying (p= 0.057). A significant change was observed in all parameters for boys, except in crying; while in girls, there was a change in facial expression and chest posture, but not in crying, motor restlessness, and leg posture. We found a significant change in all variables in the 1-2-year-old group, while no change in leg posture and crying occurred in the 3 to 5-year-old group.
Conclusions: there is evidence showing that the inclusion of some simple affective techniques will cause a reduction in children�s distress during venipuncture.