Los huesos maxilares no son ajenos a las patologías que se pueden presentar en el sistema esquelético. Algunas de esas condiciones y patologías son singulares por sus características clínicas, su distribución y prevalencia.
Los torus palatinos, los torus mandibulares (TM) y las exostosis de los maxilares son un claro ejemplo de ellos. Hasta la presente existen ideas especulativas acerca de su etiopatogenia, de los factores asociados, de su incidencia y prevalencia, de su necesidad de tratamiento, lo que puede crear confusión entre los clínicos tanto en diagnóstico como en el manejo.
El torus como tumor óseo benigno puede localizarse en el maxilar a nivel del paladar, o en la mandíbula a nivel de las tablas internas; o puede aparecer en cualquier parte del esqueleto.
El TM es una exostosis o crecimiento óseo en la superficie lingual de la mandíbula. Este crecimiento ocurre generalmente cerca de la línea milohioidea, opuesto a los premolares, pero se puede extender del canino al primer molar. La mucosa que los recubre tiende a ser fina y no tolera por lo general las fuerzas de las prótesis que se colocan encima de ellos.
La incidencia del torus de la mandíbula es baja en el 6% a 12.5% entre caucásicos y en los habitantes de la llanura africana. De manera contraria, algunos autores reportan una prevalencia mucho más elevada en la Costa Atlántica Colombiana.
Se presenta el caso de un paciente con torus mandibulares bilaterales, con muchos años de crecimiento, hasta que por situaciones tanto fonéticas como de ulceraciones repetitivas decidió someterse al acto quirúrgico de forma bilateral. Se presentan algunas consideraciones para el manejo de esta.