La terapia de conductos radiculares es el tratamiento de elección en el momento de preservar un órgano dentario, arrojando en la mayoría de los casos resultados favorables. Sin embargo, existe una elevada incidencia de fracasos debido al desconocimiento de muchos de los aspectos básicos y primordiales como son el diagnóstico, la morfología dentaria, una buena instrumentación y obturación del sistema de conductos radiculares. El retratamiento endodóntico es un éxito cuando el diente tratado desempeña correctamente su función y no presenta signos y síntomas como dolor, inflamación, fístula persistente y radiográficamente no existan hallazgos significativos. Para los dientes que no pueden ser adecuadamente tratados mediante tratamientos endodónticos convencionales la cirugía endodóntica es el tratamiento de elección; el conocimiento de la anatomía y de los principios biológicos implicados en el tratamiento de los tejidos duros y blandos, así como de los principios implicados en la cicatrización, resultan importantes para determinar cuál sería la conducta a seguir ante el fracaso de un tratamiento endodóntico convencional.