Este trabajo aborda la vigencia del estudio de los trastornos neuróticos a pesar de la derogación del tradicional concepto de “neurosis” con la aparición de los manuales de clasificación posteriores al DSM III. Se precisa la necesidad de establecer pautas diagnósticas que, desde la dimensión psicológica, orienten la intervención psicoterapéutica. Se presenta una propuesta que descansa en un núcleo de tres pautas esenciales: la paradoja central de estos trastornos, el malestar emocional y las dificultades para el ajuste de la conducta. Otras pautas consideradas se asocian a las dificultades para las relaciones interpersonales, la disfunción de la actividad cognitiva, la merma de los intereses y el deterioro de la autoestima. (Duazary 2009 I; 62-70).