La situación de enfermería, es todo contexto donde actúa la enfermera, dentro del cual desempeña su rol profesional aplicando un plan de cuidados individualizados que aplica con el rigor científico que le confiere la valoración de su paciente a través de los patrones funcionales, propuestos como un sistema único de valoración de enfermería. A partir de este punto la enfermera identifica los conceptos mayores de cada situación, los cuales equivalen a las necesidades más sentidas de su paciente, valorando la interrelación entre estos conceptos, porque de esta manera se explica en gran medida el comportamiento de su paciente. En toda situación de enfermería entran en constante interacción los atributos del receptor del cuidado, y sus propios atributos como persona y enfermera, dentro de los cuales están el patrón de conocimiento empírico que le confieren la cientificidad a cada una de las decisiones que toma, el patrón ético que le muestra el camino correcto para su actuar, el patrón estético que le permite identificar la belleza de cada situación por difícil que sea, y el patrón de conocimiento personal que implica conocerse a sí misma, reconocer sus atributos y sus falencias, para aplicar lo mejor a cada uno de los pacientes a su cargo. Para ejercer con propiedad el rol, la enfermera debe reconocer su ubicación filosófica dentro del contexto del cuidado, esta ubicación tradicionalmente corresponden al paradigma Empiricista y el Interpretativo. (Duazary 2006; 1: 55 - 59)