El vitíligo es una enfermedad dermatológica benigna que se caracteriza por la aparición de máculas o lesiones hipopigmentadas o acrómicas, localizadas habitualmente en las zonas acras, piel periorificial y superficies de extensión. Se han desarrollado diferentes teorías en relación a su etiología, asociándose con fenómenos autoinmunes, alteraciones genéticas o también relacionándose tras traumas cutáneos previos, sin embargo, su origen en la actualidad sigue siendo desconocido.
Su diagnóstico es principalmente clínico y viene determinado por sus características lesiones planas acrómicas e irregulares. Se han desarrollado diferentes tratamientos, entre las que se incluyen el uso de corticosteroides, drogas inmunosupresoras o terapia ultravioleta. Sin embargo el uso de estas terapias habitualmente no es exitoso. Dado que el principal inconveniente de esta enfermedad es estético, el empleo de maquillajes o protectores solares que eviten al pigmentación de la piel y con ello, disimular mejor las lesiones, son estrategias muy utilizadas. En el caso particular de lesiones de vitíligo que afectan a los pies, no precisan generalmente de tratamiento.