El ictus es una enfermedad que conlleva unas importantes repercusiones en términos de morbimortalidad, además de costes personales y sociales. Se trata de una entidad compleja en cuya patogenia intervienen múltiples factores ambientales y genéticos; a estos últimos se les atribuye un papel hasta en el 50% de los ictus. El objetivo de la revisión es analizar los métodos disponibles para el diagnóstico genético que incluyen estudios de ligamiento, de variación en número de copias, aproximaciones a genes-candidatos, y de genoma completo (GWAS) y de los polimorfismos asociados a su patogenia.
Describimos diversos single nucleotide polymorphisms (SNP, «polimorfismos de un solo nucleótido») relacionados con el ictus en los estudios de asociación y GWAS. Se describen SNP del sistema renina-angiotensina-aldosterona, paraoxonasas, óxido nítrico, sistema de coagulación-fibrinólisis, entre otros. Por otra parte, se recoge el papel de ciertos polimorfismos en el fenotipo de la placa carotídea, en los aneurismas intracraneales o en los hematomas lobulares. También se describen aspectos de farmacogenómica, en los que los SNP afectan a la respuesta y seguridad en el uso de distintos fármacos Diversos SNP contribuyen significativamente al riesgo de ictus. El advenimiento de técnicas como GWAS ha contribuido a la comprensión de la genética y de la farmacogenómica del ictus.