Murcia, España
Objetivo Explorar las percepciones de un grupo de mujeres sometidas a mutilación genital femenina sobre el impacto de esta práctica en su salud sexual y reproductiva.
Material y método Estudio cualitativo de tipo fenomenológico. La muestra está formada por nueve mujeres, cuya media de edad es de 30 años, residen en España entre 1 y 14 años, y proceden de África subsahariana, que fueron sometidas a mutilación genital en sus países de origen. Para la recopilación de datos se ha aplicado un cuestionario sociodemográfico y una entrevista personal estructurada, en profundidad. Posteriormente se ha realizado un análisis temático del discurso.
Resultados Los discursos se han agrupado en cuatro categorías relativas a la percepción sobre la mutilación genital femenina, las relaciones de pareja, el embarazo y el parto, y la repercusión social.
Conclusiones La mutilación genital femenina es una práctica que las mujeres mantienen debido a la presión sociofamiliar, que se transmite de generación en generación y que es silenciada por las propias mujeres. Esta práctica afecta a su salud sexual y reproductiva, debido a la anorgasmia y la dispareunia que comporta. Se sienten satisfechas con la asistencia sanitaria recibida durante el embarazo y el parto, pero se identifica una planificación familiar insatisfecha en la mayoría de ellas.
Objective To explore the perceptions of a group of women who underwent female genital mutilation on the impact of this practice on their sexual and reproductive health.
Methods We performed a phenomenological qualitative study in a sample of 9 sub-Saharan Africa women, whose mean age was 30 years old and who had lived in Spain for 1 to 14 years. These women underwent genital mutilation in their countries of origin. Data was collected using a socio-demographic survey and an in-depth, structured personal interview. Subsequently, we performed a thematic discourse analysis.
Results The discourses were grouped into four categories related to participants� perceptions of female genital mutilation. These categories were intimate relationships, pregnancy, childbirth, and social impact.
Conclusions The practice of female genital mutilation is maintained due to social and family pressure, transmitted from generation to generation and silenced by women themselves. This practice affects their sexual and reproductive health, as demonstrated by anorgasmia and dyspareunia. The women were satisfied with the healthcare received during pregnancy and childbirth. Nevertheless, most of them were not satisfied with family planning.