El pie plano es una deformidad muy frecuente en la infancia. Podemos diferenciar tres tipos de pie plano: flexible, que es el más frecuente y de mejor pronóstico; rígido, que puede estar causado por un acortamiento o espasticidad del tendón de Aquiles, coalición tarsiana, astrágalo vertical, artritis juvenil o cualquier patología que afecte a la articulación subastragaliana. Por último el pie plano neurológico.
El astrágalo vertical congénito es la forma más severa de pie plano rígido que se presenta en el nacimiento, y que se caracteriza por presentar una luxación irreductible del escafoides sobre el astrágalo, con varios grados de rigidez. En la literatura científica, se denomina "pie plano convexo" o "pie de mecedora". Siendo una deformidad poco frecuente, afectando a 1:10.000 nacidos, y que en un porcentaje muy elevado de casos se asocia a enfermedades neuromusculares. Esta patología debe ser tratada, puesto que de no hacerlo, produciría clínica dolorosa e incapacidad funcional con afectación de la marcha. El diagnóstico es clínico y se confirma mediante radiología, con la verticalización del astrágalo, que por lo general sigue el eje vertical de la tibia.
Debido a la gran variabilidad etiológica, los distintos grados de rigidez y la complejidad de la patología, a lo largo de la Historia se han diseñado diversos métodos de tratamiento, con resultados aceptables en revisiones de casos con pocos pacientes.