En los protocolos hospitalarios y/o en la práctica diaria, se han establecido los tres centímetros de dilatación cervical como el criterio para indicar o no el uso de la analgesia epidural. Hay centros en los cuáles no se tiene en cuenta este criterio y la analgesia se administra antes de iniciada la fase activa del trabajo de parto. ¿Qué práctica es la más recomendada? ¿Se obtienen diferentes resultados obstétricos y perinatales? ¿Es segura la administración de analgesia en ambos casos? Es preciso clarificar estas preguntas planteadas por Herrera.