Justificación. El cáncer de cabeza y cuello es, física y emocionalmente, una enfermedad devastadora. La mayoría de los pacientes afectados presentan problemas en su vida cotidiana, no sólo porque el tumor afecta a zonas visibles del cuerpo, sino también porque altera funciones fundamentales tales como la capacidad de hablar, respirar, comer, beber y socializarse. Este tipo de cáncer tiene un impacto negativo sobre la calidad de vida durante un largo periodo de tiempo después de finalizar el tratamiento; la compresión de la perspectiva de los sujetos que sufren esta patología nos puede ayudar a plantear estrategias adecuadas en el abordaje de sus problemas de salud que justifican la realización de esta investigación.
Objetivo. Comprender profundamente los problemas que presentan los pacientes diagnosticados de cáncer de cabeza y cuello sometidos a radioterapia a la hora de alimentarse.
Diseño. Estudio cualitativo basado en fenomenología hermenéutica.
Lugar. Hospital universitario en Karlstad, Suecia.
Sujetos. Se incluyeron 9 participantes seleccionados mediante muestreo por conveniencia: 7 hombres y 2 mujeres de edades comprendidas entre 52 y 86 años, de los cuáles 5 padecían cáncer oral y los 4 restantes cáncer de laringe. Los criterios de inclusión fueron: haber recibido radioterapia de más de 50 Gy en el área de la cabeza y el cuello, presentar problemas para comer a consecuencia de la radioterapia y ser capaces de hablar y entender sueco.
El acceso a los posibles informantes se inició con el apoyo del médico responsable de su atención y con el de la enfermera del departamento de radioterapia. A los pacientes que cumplieron los criterios de inclusión se les entregó una carta en la que se les explicaba la finalidad y el procedimiento del estudio. Los sujetos que estuvieron dispuestos a participar en el estudio contactaron con un miembro del equipo investigador que les proporcionó información verbal y una cita para la entrevista.
Métodos. La técnica de recogida de datos usada fue la entrevista en profundidad semiestructurada. Las entrevistas duraron entre 45 y 60 minutos, se registraron digitalmente y fueron transcritas textualmente por el entrevistador.
Las entrevistas se realizaron en base a cuatro áreas temáticas: problemas de alimentación debido a la enfermedad y al tratamiento, información y educación recibida con el fin de hacer frente a los problemas surgidos en la vida cotidiana, contactos y continuidad en el sistema sanitario, apoyo social y emocional.
El análisis de los datos se realizó según las pautas del método Colaizzi. Las entrevistas, una vez analizadas, fueron trianguladas entre los tres miembros del equipo investigador.
Principales resultados. Del análisis de los datos surgieron cuatro temas interrelacionados que describen las experiencias de los pacientes:
-Perturbación de la vida cotidiana: los pacientes experimentan una profunda perturbación en la vida cotidiana debido a problemas causados por el cáncer y su tratamiento.
-Esperando en tensión: a lo largo de la trayectoria de la atención existen experiencias de espera e incertidumbre en diversos grados. Se espera en tensión para el diagnóstico, tratamiento, radioterapia, saber si el cáncer ha remitido con el tratamiento, etc.
-Abandonados con sus propios recursos: cuando el tratamiento finalizó los informantes se sintieron abandonados a su suerte sin el apoyo de la asistencia sanitaria. La radioterapia significaba contactos diarios con los profesionales de la salud pero cuando el tratamiento terminaba los informantes tenían que manejar los efectos secundarios y los problemas de alimentación con sus propios recursos.
-Necesitando una mano a la que agarrarse: los informantes necesitan un contacto continuo con una persona competente, con conocimiento profesional y familiarizado con los problemas que conlleva el cáncer de cabeza y cuello y su tratamiento. Necesitan una persona que les sirva de apoyo y guía a través de las diferentes fases del proceso de atención.
Conclusiones. Los autores del artículo destacan la necesidad de conocer y comprender las experiencias de los pacientes para proporcionar una atención integral, que no sólo se centre en el aspecto físico del paciente, sino también en sus necesidades psicológicas y en las necesidades que presentan en toda la trayectoria de la atención.
Los resultados de esta investigación privilegian la figura de la enfermera como profesional competente para proporcionar una atención integral ante la multitud de necesidades generadas por los tratamientos del cáncer y sus efectos secundarios. Además, se establece la necesidad de realizar intervenciones psicosociales y preventivas adecuadas.
Enfermería debe proporcionar una adecuada educación sanitaria para que los pacientes estén preparados y tengan el conocimiento suficiente para afrontar situaciones de impotencia y falta de control.