Introducción:
Existen programas que buscan mejorar el estado nutricio de la población vulnerable mediante la fortificación de alimentos. En México, el programa de leche fortificada Liconsa está dirigido a familias de bajo nivel socioeconómico.
Objetivo:
Evaluar el efecto del consumo de leche fortificada Liconsa en el estado de nutrición de hierro y zinc, en preescolares.
Sujetos y métodos:
Estudio cuasiexperimental, conducido en colonias marginadas de Hermosillo, México. Participaron 77 niños sanos, de los cuales 54 consumieron leche fortificada Liconsa (GCLFL) y 23 conformaron el grupo de referencia (GR, consumo de leche fluida de vaca, no fortificada). El estado de hierro se midió a través de hemoglobina, ferritina, hierro sérico, capacidad total de fijación de hierro, saturación de transferrina; y zinc sérico. También se estimó el consumo de leche fortificada a libre demanda, en la etapa basal y después de 6 meses. Mediante dos recordatorios de 24 horas, no consecutivos, se midió el consumo de hierro y zinc en la dieta total. Se realizó estadística descriptiva, prueba t-student para muestras independientes y prueba de ji cuadrada para diferencias de proporciones.
Resultados:
Los niños que consumieron leche fortificada incrementaron sus niveles de hemoglobina (1,13 g/dL, p < 0,05) y ferritina (5,83 ?g/L, p < 0,05 ). La prevalencia de bajas reservas de hierro disminuyó de 20,4% a 4,1% (p < 0,05) y el zinc sérico aumentó en 45,2 ?g/dL (p < 0,05). En el grupo de referencia, no hubo cambios significativos. El promedio diario del consumo de leche fortificada Liconsa fue de 22,7 ± 14,5 g, que suministró 2,5 mg/d de hierro y zinc. La dieta aportó 9,2 ± 3,4 mg/d de hierro y 6,9 ± 3 mg/d de zinc.
Conclusiones:
El consumo de leche fortificada beneficia el estado bioquímico de hierro y zinc en los niños del programa de abasto social de Liconsa.