José María Mostaza Prieto, Carlos Lahoz Rallo
La reducción del riesgo de complicaciones cardiovasculares a través de la modificación de los lípidos sigue actualmente centrada en el descenso del colesterol unido a lipoproteínas de baja densidad, siendo las estatinas los fármacos de elección. Nuevos tratamientos, en fase de investigación, como los anticuerpos que neutralizan la PCSK9, tendrán un lugar reservado para el tratamiento de pacientes con intolerancia a las estatinas o con dislipidemias graves. Los fármacos dirigidos a modificar la concentración de colesterol unido a lipoproteínas de alta densidad y triglicéridos no se han acompañado de las reducciones esperadas en la tasa de complicaciones cardiovasculares.