Oscar Campuzano Larrea, Catarina Allegue Toscano, Ramón Brugada Terradellas
La muerte súbita inexplicada, sin un diagnóstico concluyente tras la autopsia, es responsable de un gran porcentaje de muertes repentinas. La progresiva interacción entre la genética y el campo forense ha permitido identificar alteraciones hereditarias causantes de trastornos arrítmicos asociados a muerte súbita en estudios post mórtem. Esta traslación permite un diagnóstico genético de la víctima y una labor de prevención en los familiares, muchos de ellos asintomáticos, pero en riesgo de padecer una muerte súbita. Las implicaciones de esta medicina traslacional y multidisciplinaria son complejas, requiriendo la dedicación de un equipo especializado.