Justificación. Una de cada cinco hospitalizaciones presenta complicaciones por eventos adversos post-alta, dando lugar a una mayor utilización hospitalaria (mayor número de visitas a urgencias y readmisiones hospitalarias), con el consiguiente aumento de los costes.
Objetivo. Evaluar la eficacia de una intervención multicomponente (a la que llaman alta restructurada o reengineered discharge) frente a la atención habitual en pacientes adultos en términos de reducir la frecuentación en urgencias, la rehospitalización y el número de eventos adversos post-alta.
Diseño. Ensayo clínico controlado.
Lugar. El estudio fue realizado en el Boston Medical Center en los Estados Unidos de Norteamérica en el periodo de 3 de enero de 2006 al 18 de octubre de 2007.
Sujetos. Adultos (>18 años) hospitalizados angloparlantes que cumplieran los criterios de inclusión siguientes: tener teléfono, ser capaces de comprender los detalles del estudio y prestar su consentimiento y tener planes para ser dados de alta en un Estado de los EE.UU. Criterios de exclusión: proceder de otro hospital o servicio de enfermería especializado, ser ingreso programado, hallarse en vigilancia por riesgo de suicidio, o ser ciegos o sordos. La selección fue aleatorizada por bloques.
Intervención. Una enfermera ("nurse discharge advocate") durante la estancia hospitalaria, fue la encargada de coordinar los procesos de conciliación de medicación, llevar a cabo la educación de los sujetos ingresados y organizar las citas de seguimiento, todo ello mediante un plan individualizado para cada paciente. Este plan, en formato papel, era a su vez remitido al sanitario de referencia en el centro de atención primaria para su posterior continuidad. Un farmacéutico clínico llamó a los pacientes 2 ó 4 días después del alta para reforzar el plan y revisar nuevamente los medicamentos.
Recogida de datos y análisis. Durante la hospitalización mediante entrevista se recogen datos sociodemográficos, escala de depresión (Patient health Questionaire-9), Calidad de vida (SF-12), estimación de alfabetización, diagnóstico y comorbilidades (escala Charlson). A los 30 días al alta, y mediante entrevista telefónica con el paciente, se recogen los siguientes datos: utilidad del folleto individualizado, utilidad de las instrucciones sobre medicación, etc.
Principales medidas de resultados. Los resultados primarios fueron las visitas a urgencias y hospitalizaciones en los 30 días siguientes al alta. Los resultados secundarios fueron la tasa de visitas a atención primaria, conocimiento del diagnóstico al alta, seguimiento y utilidad del plan individualizado por el paciente tras el alta.
Resultados. Muestra compuesta por 749 pacientes (edad media, 49,9 años).Los participantes en el grupo de intervención (n = 370) tenían una menor tasa de utilización del hospital que los que recibieron la atención habitual (n = 368) (0,314 vs 0,451 visitas por persona por mes; ratio de incidencia, 0,695 [IC del 95%, 0,515-0,937]; P = 0,009).
La intervención fue más efectiva en el subgrupo de pacientes con mayor utilización hospitalaria en los 6 meses previos (P = 0,014).
Conclusiones. Este ensayo sugiere que el trabajo conjunto de una enfermera (nurse advocate) y un farmacéutico para coordinar el alta hospitalaria, educar a los pacientes, y conciliar los medicamentos conduce a una menor frecuentación de urgencias y de reingresos. Un enfoque sistemático y programado de las altas hospitalarias puede reducir el uso de atención sanitaria innecesaria