José Fernández Rodríguez
Justificación. Durante la terapia postquirúrgica el paciente se encuentra en un estado de vulnerabilidad de su seguridad física que requiere una atención de enfermería de alta calidad y máxima seguridad.
Objetivo. Determinar el índice de eficiencia en la aplicación de las medidas de seguridad física en la terapia postquirúrgica por parte del personal de enfermería y de la percepción de éstas por el paciente.
Diseño. Se describe por las autoras como un estudio prospectivo, observacional, con enfoque cualitativo, transversal y de intervención en dos fases.
Lugar. El estudio se realiza en el Servicio de Terapia Postquirúrgica del Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez de Ciudad de México.
Sujetos. Son 40 enfermeras de todos los turnos del Servicio de Terapia Postquirúrgica del Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez, y 20 de los pacientes ingresados en dicho servicio entre el 2 y el 31 de septiembre de 2007. Se excluye al personal administrativo, no involucrado en la asistencia directa al paciente, y a los pacientes incapaces de emitir opinión (pacientes pediátricos y sedados).
Intervención. Medición pre y post del índice de eficiencia en la aplicación de medidas de seguridad física en la terapia postquirúrgica, tras refuerzo de la necesidad de las mismas tanto en el personal de enfermería como en los pacientes; todo ello en el marco de un plan de mejora promovido por la Jefatura de la Calidad del Cuidado de la Dirección de Enfermería del centro.
Recogida de datos y análisis. La recogida de datos se realiza mediante dos cuestionarios paralelos, uno encuesta directamente a los pacientes con ítems, empleando escala de Likert- siempre, frecuentemente, a veces y nunca-, y otro se cumplimenta con observación directa al personal de enfermería, con ítems de respuesta dicotómica.
Medidas de resultados. Se evalúa la aplicación por los profesionales, de una parte, y la percepción de dicha aplicación por los pacientes, por otra parte, de 7 variables: uso de barandales, de timbre, lámpara de cabecera, unidad ordenada, banco de altura, ayuda para subir y bajar a la cama y necesidades del paciente cubiertas.
Resultados. Destacan los referidos a uso de barandales, facilitación del timbre y mantenimiento de la unidad ordenada. En la primera fase son percibidos siempre por los pacientes en un 65%, 45% y 100% de los casos respectivamente, mientras que se detectan en la observación directa en el 100%, 48% y 73% de los casos respectivamente.
Tras reforzar con el personal de enfermería las medidas de seguridad, la percepción de los pacientes es siempre en el 100% (uso de barandales), 80% (uso del timbre) y 95% (orden en la unidad).
El resto de las variables se mantienen por encima del 90% en la percepción siempre por el paciente y en la detección por observación directa, tanto en la primera como en la segunda fase.
Conclusiones. El reforzamiento de la necesidad de las medidas de seguridad al personal de enfermería y pacientes mejora la efectividad de las mismas. Por ello se recomiendan intervenciones periódicas similares a las del estudio.