Ana Eva Granados Matute, Mª del Carmen Peinado Barraso, Raquel Contreras Fariñas, Juan Torralba Albella, Ana Moreno Verdugo, Yolanda Luque Ortega
Justificación: El proceso enfermero es una forma dinámica y sistematizada de brindar cuidados enfermeros. El diagnóstico enfermero es el juicio que realizamos las enfermeras sobre la respuesta de una persona, familia o comunidad a procesos vitales/ problemas de salud reales o potenciales que proporciona la base de la terapia para el logro de objetivos de los que somos responsables. Habrá que diferenciar entre diagnóstico enfermero y problema de colaboración así como entre diagnóstico real y diagnóstico de riesgo para establecer una estrategia de cuidados en la Gestión de Casos en el paciente pediátrico.Objetivo: Identificar los diagnósticos e intervenciones enfermeras más prevalentes utilizadas en la Gestión de casos del paciente pediátrico. Metodología: Hemos realizado un estudio con 467 pacientes valorados en el Hospital Infantil entre los años 2006-2008, e identificamos cuáles son los diagnósticos enfermeros más prevalentes en la Gestión de Casos y qué intervenciones enfermeras llevamos a cabo con la familia para modificar patrones de conducta que ayuden a prevenir la aparición de determinados problemas en los pacientes. El análisis de los datos se ha realizado con el programa estadístico SPSS 17 de la Unidad de apoyo a la investigación de Hospitales Virgen del Rocío. Resultados: De la muestra analizada se obtuvo un grupo de ocho diagnósticos de riesgo como los más prevalentes en la población pediátrica estudiada, resultando el diagnóstico de Enfermería Riesgo de infección en un 60% de pacientes, Riesgo de deterioro de la integridad cutánea en un 20.5%, seguido del Riesgo de asfixia en un 17.5% de pacientes. El resto de porcentajes se desarrollan en el artículo. Conclusiones: A la vista de los resultados obtenidos y analizando también las intervenciones que acompañan a cada diagnóstico, la Educación Sanitaria se concluye como básica para que los diagnósticos de riesgo no pasen a ser problemas reales en pediatría. Además de esto hemos de incidir en disminuir la ansiedad, temor y aumentar los sistemas de apoyo, y en proporcionar un trato de calidad y calidez tanto al paciente como a sus familiares, para disminuir el impacto que la propia fisiopatología de la enfermedad puede tener en el niño.