Introducción. Algunos procedimientos de enfermería asustan y son experiencias dolorosas para familiares y enfermos, la realización de éstos produce ansiedad a los pacientes especialmente si son niños, y ésta se ve incrementada cuando acuden a un servicio de urgencias.
Objetivos. Valorar si la compañía familiar durante la realización de determinados procedimientos de enfermería disminuye la ansiedad de padres e hijos, evaluar su influencia en el personal de enfermería a la hora de realizar dichos procedimientos, analizar el beneficio de la permanencia con una mejor relación familia-personal de enfermería y comprobar en qué grupo se da mayor número de técnicas satisfactorias.
Material y Método. Se realizó un estudio prospectivo observacional de Octubre a Diciembre de 2006 de los niños que acudieron a Urgencias del Hospital Gregorio Marañón (Madrid) y hubo que realizarles algún procedimiento de enfermería.
Los procedimientos de enfermería incluidos en el estudio fueron: extracción de analítica, canalización de vía venosa, sondaje vesical o nasogástrico.
El estudio se hizo de forma arbitraria en el tiempo, incluyendo a los niños a los que se les realizaba alguno de los procedimientos de enfermería descritos, en los días elegidos.
Fueron excluidos niños con triage prioridad 1, de un sistema de triage canadiense pediátrico de 5 niveles.
Los instrumentos utilizados para la recogida de datos fueron una hoja informativa que diseñaron para explicar a los padres en qué consistía el estudio y tres encuestas: una para los familiares que permanecían, otra para los que no permanecían y una tercera para el personal de enfermería.
También se valoró la relación presencia familiar y técnica satisfactoria, considerando satisfactorio un procedimiento de enfermería conseguido en dos o menos intentos.
Las variables categóricas fueron comparadas mediante Chi cuadrado de Pearson y las numéricas con la prueba de Mann-Whitney considerando una significación estadística para P<0,05.
Resultados. Se incluyeron 176 pacientes con edades comprendidas entre 0 y 180 meses (media de 36 meses). Los familiares acompañaron al niño durante el procedimiento en 145 casos (84,9%). El familiar que le acompaña con más frecuencia es la madre (83,6%). El 94,48% de los familiares que acompañan piensan que su presencia beneficia a sus hijos, que el niño ha estado más tranquilo un 84,3% (P<0,001) y un 87,2% que el personal de enfermería no ha estado más nervioso. El 80,1% del personal de enfermería piensa que la presencia de los padres ha beneficiado a los niños; estando más tranquilos el 94,6% de los niños acompañados. La realización de la técnica ha sido satisfactoria en un 86,8% de los acompañados, frente al 70% de los niños que permanecieron solos (P=0,050), ellos no se han encontrado más nerviosos en un 93,6% (P=0,148) y no han utilizado más tiempo 98,3% (P=0,461), y piensan que los padres ayudaron al niño con su presencia en un 89,3%.
Conclusiones. Los autores concluyen que la presencia de los padres durante los procedimientos de enfermería es considerada por ellos beneficiosa para sus hijos, ya que favorece que los niños estén más tranquilos y que la presencia familiar no afecta negativamente el trabajo de enfermería y mejora las relaciones interpersonales padres-personal de urgencias.