Justificación. Las caídas son un problema común entre las personas mayores y conduce a una significativa morbilidad. Alrededor de un tercio de la población mayor de 75 años cae al menos una vez al año. Estos datos deben impulsar programas de prevención.
Objetivo. Este estudio pretende medir el efecto de una evaluación estandarizada de riesgo de caídas en la reducción de caídas, el miedo a caer y la dependencia para las actividades de la vida diaria (AVD) de los individuos de edad avanzada.
Diseño. Los autores lo catalogan de estudio de cohorte retrospectivo.
Lugar. Centro Médico Universitario (UMC) de Utrecht. Paises Bajos.
Participantes. Personas mayores que acudieron a la consulta externa de geriatría del UMC Utrecht entre mayo 2005 y febrero 2007, derivados de atención primaria donde fueron atendidos tras una caída. De los 70 pacientes incluidos, sólo 53 fueron objeto del estudio completo; con una media de edad de 79.8 años. Excluyéndose a 17 pacientes por cambios de domicilio o teléfono o por exitus.
Intervención. Los pacientes fueron sometidos a una evaluación estandarizada, realizada por un geriatra, una enfermera especialista y un fisioterapeuta. La evaluación consistía en una recogida de datos basada en: una entrevista clínica (ayudándose de una serie de escalas validadas), un examen físico general, analítica de sangre y electrocardiograma.
Esta valoración de estimación de riesgos incluía caídas previas, dependencia en las AVD (cuestionario de Katz), signos de depresión (escala de Yesavage), deterioro cognitivo (Mini-mental de Folstein), medicación usada y sus efectos potenciales, capacidad visual (tabla de Svellen), hipotensión postural, la marcha y el equilibrio según la prueba "renta y practica" y el alcance funcional con la prueba de Tinetti. Así mismo, se inspeccionó el calzado y los dispositivos de apoyo en la deambulación.
El equipo estableció, de acuerdo a los datos recogidos, una serie de factores de riesgo de caídas y unas intervenciones recomendadas de acuerdo a éstos para cada paciente. Todo consensuado con los propios pacientes y remitiendo copia a sus médicos de familia. Para evaluar el efecto de la prevención, los pacientes fueron revalorados a través de una entrevista telefónica al tiempo (1.47 años de media).
Análisis de datos. Análisis descriptivo de los datos demográficos, de los factores de riesgo identificados y de las intervenciones recomendadas. Se utiliza el test "t" de student para comparar pares de datos, excluyéndose los extremos. Para el análisis se utilizó el paquete estadístico SPSS versión 8.
Medidas de resultado. Los resultados tras la intervención fueron medidos en base a 3 variables dependientes. El nº de caídas y sus circunstancias declaradas por el propio paciente, el miedo a caer medido en una escala analógica visual (EVA de 1 a 10) y la dependencia en el desempeño de las AVD determinado gracias al cuestionario de Katz (de 0 a 15).
La valoración inicial de los pacientes sirve para confeccionar una base de datos basal, donde quedan recogidas no sólo las 3 variables dependientes sino circunstancias de las caídas que permiten identificar factores de riesgos y recomendar intervenciones.
Resultados. El nº medio de factores de riesgos identificados fue de 2.83/paciente, destacando el deterioro en marcha y equilibrio (20 de 53) y la hipotensión ortostática (16 de 53). El nº medio de intervenciones recomendadas fue de 2.23/paciente; destacando la modificación en la medicación (37 de 53) , la participación en programas de ejercicio (24 de 53) y el uso de dispositivos de pie (13 de 53). La adhesión a las recomendaciones se mide en un 80.5% La reevaluación nos indica una reducción de 2.67 caídas/año paciente al pasar de 3.78 a 1.10 con (p= 0.000041) y un descenso en el miedo a caer en 46 pacientes pasando de una media de 5.62 a 3.88 en una escala de 1 a 10 con (p=0.00035). Respecto a la puntuación en la escala de AVD de Katz se pasa de una media de 3.44 a 3.78 con (p=0.21).
Conclusiones. Este estudio muestra como una evaluación estandarizada de riesgos de caídas disminuye significativamente el nº de caídas y reduce el miedo a caer en ancianos con caídas previas. No hubo cambios significativos en la dependencia a las AVD.