El buen control de la DM1 depende del uso adecuado de insulina, alimentación y ejercicio físico. Del manejo de estos tres elementos, dependerá la aparición o no de complicaciones. El caso que presentamos es el de un adolescente de 13 años de Bulgaria que había requerido varios ingresos por cetoacidosis secundaria a incumplimiento terapéutico. La madre, por problemas económicos y de adaptación, deja que el niño ejerza el autocontrol de su diabetes y cuide del hermano menor. Ante esta situación, le retiran la custodia y el niño pasa a un centro de acogida y posteriormente a un piso tutelado. Al pasar al piso tutelado y recibir el educador los conocimientos, la adherencia experimenta una considerable mejora.