Justificación. La atención del parto en las instituciones hospitalarias y la medicalización del parto han sido temas de discusión y preocupación por parte de las enfermeras. Lo anterior ha llevado a la necesidad de replantear este proceso como uno de tipo fisiológico, y a la vez, de humanizarlo. Para mejorar la atención y aportar a la humanización de la atención del nacimiento, se necesita ampliar el conocimiento acerca de las experiencias vividas por las mujeres cuando su parto normal ha sido atendido de manera natural en el hogar y a nivel hospitalario.
Objetivo. Comprender las experiencias de las mujeres que han sido atendidas en las casas o centros de parto natural y en el hospital, y discutir en torno a estas experiencias.
Diseño. Estudio cualitativo de tipo descriptivo.
Emplazamiento. Barrio Villa Kolpin-periferia urbana del municipio de Batalha-PI, Brasil.
Sujetos. Mediante un muestreo por conveniencia fueron seleccionadas siete mujeres que asistían a los servicios de planificación familiar y control de cáncer cervicouterino del Programa de Salud familiar. Se utilizaron los siguientes criterios de inclusión: mujeres multíparas, residentes en la zona definida y que hubieran tenido sus hijos mediante parto normal tanto en el domicilio como en instituciones hospitalarios. Las mujeres, fueron reclutadas con el apoyo de los agentes comunitarios de salud del Programa de Salud Familiar.
Métodos. Los datos se recolectaron en los domicilios de las participantes durante los meses de marzo y abril de 2004. Se utilizó una entrevista semi-estructurada que contaba con una parte de identificación de las participantes, y una segunda, de preguntas abiertas. La información grabada fue transcrita y se utilizó la técnica del análisis de contenido. Para esto, la información fue leída en varias veces y clasificada teniendo en cuenta los objetivos del estudio. El referente teórico utilizado en el análisis de contenido fue el propuesto por Bardin.
Principales resultados. Emergieron cuatro categorías:
La experiencia del parto domiciliar. Las mujeres fueron atendidas por parteras o tuvieron sus hijos con la ayuda de un familiar. La experiencia del parto en el hogar fue descrita como rápida, con una evolución normal, con poco riesgo y sin las intervenciones que se realizan en el hospital. Las mujeres manifestaron que tuvieron toda la libertad para expresarse sobre el proceso; lo cual las convirtió en sujetos activos del nacimiento de su hijo. Resaltan el cuidado especial y acompañamiento durante todo el proceso que le brindaron las parteras, como el ofrecimiento de bebidas calientes rezar, cantar, ayudar en las labores de la cocina y domésticas; el cuidado con el recién nacido, la ayuda en el puerperio y la orientación sobre los síntomas de alerta.
La vivencia del parto hospitalario. Los partos en el hospital fueron descritos como más lentos, demorados y laboriosos en comparación con las experiencias de la atención en el hogar. Además, las vivencias dan cuentan de la presentación de varias intervenciones médicas que las mujeres consideraron traumáticas e innecesarias.
La posición del parto domiciliar y la preferencia de las mujeres. La mejor experiencia en relación a las posiciones para el expulsivo fueron las utilizadas en el hogar como sentadas y en hamaca, siendo la primera la de mayor preferencia. En relación a la posición de litotomía o ginecológica utilizadas en el hospital, expresaron su inconformidad por la incomodidad, dolor y molestias que le provocaron.
La mejor experiencia vivida. Las mujeres participantes expresaron que la mejor experiencia de la atención del parto fue en el hogar y definieron las siguientes razones: el proceso es más rápido, con menor número de intervenciones, estuvieron acompañadas de sus familiares y tuvieron la libertad de expresarse, moverse y emitir sonidos. Además, les permitieron tener el control del proceso del nacimiento de su hijo según su experiencia previa y la de las mujeres de su familia; de una atención personalizada y de bajo costo.
Conclusión. La experiencia de la mujer entorno a la atención del parto favorece a la que se realiza en el hogar y es considerado como un proceso "natural" por ser más rápido, con escasas intervenciones de tipo médicas, en posiciones naturales, acompañado de sus familia y la calidez de la atención que prestaba la partera. Todo lo anterior, disminuyó la ansiedad de la mujer; contribuyendo a humanizar el parto y el nacimiento.