Justificación. Las Unidades de Cuidados Intensivos (UCIN)* han representado durante muchos años, por el arsenal tecnológico de que disponen, el paradigma de la tradición positivista, contemplando al ser humano de forma fragmentada.
Diversos son los motivos por los cuales las familias que tienen ingresado un hijo recién nacido en una UCIN tienen miedo. Éstos pueden ser: ambiente físico desconocido, gravedad de los casos que se asisten en dichas unidades, pérdida de contacto con su hijo, miedo a perder a su hijo que pasa a pertenecer a los profesionales de salud, etc.
La atención a las familias cuyos hijos están ingresados en una unidad de cuidados intensivos neonatal ha mejorado gracias a numerosas investigaciones que han dado a conocer el sufrimiento de los padres y cómo minimizarlo. No obstante, existe una laguna de estudios que aborden los sentimientos que experimentan los profesionales que trabajan en esas unidades en relación a la muerte de los recién nacidos que cuidan, por lo que está justificado realizar estudios que contribuyan a completar esa área de conocimiento.
Objetivo. Describir las percepciones de los profesionales de enfermería de una UCIN frente a la muerte de un recién nacido.
Diseño. Estudio cualitativo de carácter fenomenológico.
Lugar. Ciudad de Natal, Estado de Río Grande del Norte. Brasil.
Participantes. Se seleccionaron mediante muestreo por conveniencia 12 profesionales de enfermería de dos hospitales públicos. Los criterios de inclusión utilizados fueron: ser enfermeras o técnicos de enfermería; haber trabajado un mínimo de seis meses en una UCIN; tener experiencias de duelo de recién nacidos; mostrar interés y disponibilidad para participar en el estudio.
Métodos. La técnica de recogida datos utilizada fue la entrevista en profundidad de naturaleza fenomenológica. Las entrevistas fueron grabadas, transcritas y leídas por los investigadores. Los datos se analizaron siguiendo tres fases de la metodología fenomenológica: Descripción, análisis y comprensión.
Se obtuvo aprobación por el comité de Ética de la Universidad Federal de Río Grande del Norte. A los participantes se les informó de los objetivos del estudio, la confidencialidad de sus entrevistas así como de su derecho a dejar de participar en el estudio en el momento que ellos lo decidieran.
Principales resultados. Del análisis de datos recogidos emergieron las siguientes categorías temáticas:
1. Pérdida. Cualquier pérdida representa un desafío para el proceso de adaptación personal y requiere una reorganización que modifica y cambia el curso de la vida. La muerte de un recién nacido es una gran pérdida que provoca angustia, tristeza y empatía entre los profesionales que cuidan recién nacidos. Los profesionales viven de forma singular e individual la muerte de un recién nacido siendo difícil aceptarla.
2. Compasión. Entendida como un conjunto de actos de profunda humanidad hacia el otro. Los profesionales necesitamos y debemos considerar a la familia del paciente para poder ayudarla con eficiencia. La muerte de nuestros pacientes nos pone en una situación de fragilidad y miedo. Cuidar no es siempre cuidar, algunas veces es dejar partir.
3. Tristeza. La muerte tiene un significado negativo para muchos profesionales con sentimientos de tristeza, impotencia, estrés, angustia, miedo, depresión, frustración, fracaso, disconfort y sensación de derrota. La tristeza es algo normal y sano pudiendo en algunos casos ser patológico.
Conclusiones. Los sentimientos que emanan tras la muerte de un recién nacido son complejos. Siendo éstos más caóticos entre los profesionales de una UCIN. Los profesionales responden con sentimientos de una gran pérdida y de gran compasión, siendo natural este proceso en dichos profesionales. La muerte es única, el profesional de enfermería debe evitar una postura de no aceptación o inconformismo y percibirlo como un fenómeno íntimo e intrínseco del ciclo de la vida de un recién nacido.