Justificación. El tema de las agresiones, la violencia y las consecuencias negativas para la salud, la seguridad y el bienestar de pacientes y del personal involucrado en las unidades de agudos psiquiátricas está muy estudiado. Sin embargo la variabilidad encontrada en los estudios en cuanto a objetivos, diseño, escenarios, población y métodos de recogida de datos, hace difícil la comparación de resultados, así como no poderlos compilar dada las muchas y grandes disparidades encontradas.
Objetivos. El general es describir la frecuencia y severidad de las agresiones en unidades de agudos psiquiátricas en la parte de Suiza con habla alemana. Y como objetivos secundarios: Estimar la magnitud de los episodios registrados y explorar las características asociaciones de los pacientes con la ocurrencia de agresiones; conocer los problemas metodológicos existentes en los actuales estudios.
Diseño. Descriptivo, prospectivo y multicéntrico.
Lugar. 12 hospitales psiquiátricos de las regiones de Suiza de habla alemana.
Sujetos. 24 salas de las 87 existentes (27,6%) unidades de agudos de psiquiatría, con 388 camas, durante 72 meses.
Recogida de datos. Antes de iniciar el estudio, se recogieron datos sobre: tamaño de la unidad, personal disponible, instalaciones para manejo de agresión y violencia. Adicionalmente a las enfermeras se les preguntó por la severidad del problema y los recursos disponibles para su manejo.
Los incidentes agresivos son recogidos por el personal implicado con Staff Observation Aggression Scale-Revised (SOAS-R), midiendo con ella la severidad de los mismos con rango entre 0 y 21 puntos, y una Escala Visual Analógica de 100 mm cuyos extremos son "incidente no grave " e "incidente muy grave". Otros datos son edad, género y principal diagnóstico psiquiátrico según la CIE-10.
Análisis de los datos. Quedan excluidas las autoagresiones y se consideraron incidentes severos a las puntuaciones en la SOAS-R de 9 o más. Los ataques físicos se definieron con dos criterios: 1) los medios de agresión utilizados y 2) el blanco de la agresión. Se calculó la incidencia de las agresiones y la ratio de todas ellas, expresada como la proporción de pacientes involucrados en eventos agresivos por 100 días de hospitalización (IC 95%), eventos por cama y año y como proporción de días con uno o más eventos.
Se utilizó la regresión logística binaria para las asociaciones entre incidencia y características de los pacientes. Se usó la presencia o ausencia de al menos un episodio agresivo grave, como medida de resultado binario, calculando Odds ratio de cada variable independiente por separado. Se usó la tradicional significación estadística. Se hicieron los análisis con la versión 10 del SPSS y la versión 2.1 CIA para calcular el intervalo de confianza.
Resultados. Las 388 camas de agudos suponen un 28% del total de camas en las 24 salas estudiadas; no hubo diferencias significativas entre salas participantes y no participantes entre el número de camas y la razón de pacientes/personal. El 54% del personal de enfermería (13 enfermeras), consideran las agresiones un problema grande o muy grande. Nadie lo considera problema inexistente o muy pequeño. Siete (29%) de las salas consideran insuficientes sus recursos para gestionar las agresiones.
Se incluyeron 2344 casos de 2017 pacientes (46,6% mujeres, con una edad media de 39,4 ± 13,9 años, rango 12-96 años). Las hospitalizaciones fueron 60,9% voluntarias, dando lugar a 41'560 días de tratamiento. No se registraron incidentes agresivos en 1755 (87,0%) de los 2.017 pacientes, mientras que 262 (13,0%) de la los pacientes fueron responsables de uno o más incidentes.
Hubo 760 incidentes agresivos informados: tasa de incidencia1,829 (IC 95%: 1,701 a 1,963) por cada 100 días de tratamiento. La tasa de incidencia de incidentes agresivos por cama al año es de 7,08. Esta cifra supone que existen 14,2% días del año con al menos un incidente agresivo. Hay 396 incidentes graves y 357 agresiones verbales.
La gravedad establecida con la SOAS-R para los 760 incidentes agresivos alcanzan una media de 8,80 ± 4,88 y una mediana de 9. Según la EVA, la media fue 34,40 ± 26,26 con una mediana de 28. Hay una correlación significativa entre estos dos índices de gravedad de 0.321 (Spearman Rho, p <.001).
La presencia de uno o más incidentes agresivos fue significativamente asociadas a la edad del paciente, el estado del paciente en la admisión, la duración de la estancia y el grupo diagnóstico. El riesgo más bajo, los pacientes mayores de 50 años (OR 0,67), con una estancia corta (OR = 0,46), diagnóstico de abuso de sustancias (OR 0,50) y neurosis o trastorno de personalidad (OR 0,56). El riesgo más alto se encontró en pacientes involuntarios (OR 2.16), con una duración de la estancia de = 17 días (OR 2,72), diagnosticados de esquizofrenia (OR 2,10) o fuera de categorías ICD-10 (OR 2.16). No se encontró asociación significativa entre riesgo de agresión y trastornos afectivos, ni género.
Conclusiones.- Es necesario: ampliar la evaluación sistemática del riesgo de agresión más allá de los primeros días del ingreso, considerar más las agresiones entre pacientes. La alta tasa de coerción en respuesta a la agresión pone de relieve la necesidad de una investigación sobre las intervenciones preventivas del comportamiento agresivo.