Ana Leticia Algaba Andrade
Las unidades de cuidados intensivos (UCI) son lugares con un alto grado de complejidad técnica, donde las relaciones personales y la calidad humana corren el riesgo de quedar en un segundo plano.
El paciente y su familia se encuentran en situación de desesperanza, soledad e impotencia, angustiados por miedo al futuro y al dolor; máxime cuando el paciente es una persona joven. Entonces, los padres tratan de ajustarse a una realidad que no comprenden y para la que no existe preparación.
Se presenta el caso de una paciente con shock séptico grave por infección meningocócica ingresada en la UCI del Hospital Universitario Virgen del Rocío (Sevilla), que se aborda desde una perspectiva holística. Se detallan las intervenciones de enfermería para el tratamiento y la prevención de las complicaciones clínicas, así como el desarrollo del plan de cuidados, haciendo uso de un lenguaje estandarizado.
Una visión crítica del caso ofrece la oportunidad de revisar la literatura científica sobre una intervención de vital importancia si se quieren ofrecer cuidados integrales de calidad: el apoyo a la familia.
El caso se presenta en una sesión clínica de cuidados en la unidad de trabajo, donde se concluye resaltar, entre otros hallazgos: la conveniencia de garantizar la continuidad de cuidados para la consecución de objetivos en su totalidad; así como la importancia de abordar al paciente desde una perspectiva holística familia/paciente, reconociéndose al mismo tiempo las dificultades del personal sanitario para el manejo de estas situaciones con alto contenido emocional.