Mª José Rodríguez Rodríguez
Presentamos el caso de un matrimonio, Juana y Cándido (nombres figurados), de 79 años ambos, sin hijos, que viven en su domicilio con una vida autónoma aunque Cándido utiliza bastón para ayudarse en la deambulación debido a una intervención de canal medular. La vida del matrimonio transcurre con normalidad hasta que es preciso ingresar a Juana por una rectorragia, ocasionada por una colitis isquémica. Durante la hospitalización se observa la fragilidad en el estado de estas dos personas, que ven alterada su rutina y no saben cómo afrontar la situación, especialmente cuando Juana reciba el alta médica y deban volver a su domicilio.
Los diagnósticos enfermeros destacados son aquellos referidos al afrontamiento: inefectivo en el caso de Juana e incapacitante en Cándido. Para tratar estos problemas se ha actuado de manera diferente con cada miembro del matrimonio, e incorporado al plan de cuidados al resto de la familia.
La readaptación al domicilio tras el alta hospitalaria en el anciano debe iniciarse durante el ingreso del paciente, incluyendo en el plan de cuidados intervenciones que ayuden a mejorar el afrontamiento y faciliten la autorresponsabilidad. La adquisición de conocimientos y habilidades por parte de Juana y Cándido así como una adecuada planificación del alta, hacen posible que este matrimonio vuelva a su casa con seguridad suficiente para afrontar su vida cotidiana.