Clara María Torres Ortega
Se presenta el caso de una mujer de 43 años que ingresa en el área de observación de un hospital de alta resolución tras un intento de suicidio. Su exposición permite comprobar cómo tras la aplicación del proceso enfermero aflora un caso de malos tratos, encubierto en una historia de mala salud y alta frecuentación de los servicios sanitarios. La relación terapéutica, basada en el respeto y la escucha activa, permite a la mujer hablar de su problema. La violencia de género es un motivo de consulta cada vez más frecuente en los servicios de salud. Su identificación y tratamiento es complejo y requiere la implicación por parte de los profesionales así como un abordaje multidisciplinar. La continuidad de cuidados ha permitido la detección y seguimiento de este caso.