José Manuel González González, Yolanda Mejías Martín
Justificación. La administración de una medicación por vía intramuscular es una técnica habitual en la práctica clínica enfermera. Esta técnica puede ser dolorosa y adversa en los pacientes. Una técnica habitual para la administración es usar una aguja para la reconstitución del medicamento y otra distinta para la administración del medicamento en zona dorsoglútea. Aplicar una inyección mediante una técnica experta reduce el dolor y las complicaciones en el paciente.
Objetivo. Determinar si el cambio de aguja antes de administrar una inyección intramuscular reduce el dolor. Y si la diferencia de género influye en la percepción del dolor.
Diseño. Ensayo experimental aleatorio controlado con repetición de medidas.
Lugar. Hospital de Urgencias y Traumatología de Bornova, región de Izmir, Turquía.
Sujetos. Como criterios de inclusión fueron seleccionadas las personas que llegaron a las Urgencias del Hospital de Bonorva por un accidente de tráfico, durante los meses de enero a mayo de 2009, y que le habían prescrito diclofenaco sódico como mínimo cada 24 horas. El estudio se ha realizado en 100 pacientes mayores de 18 años y con un estado de conciencia suficiente para poder responder a las preguntas sobre su dolor. Se excluyeron los pacientes diagnosticados con una enfermedad que influyera en la percepción del dolor como deficiencias sensomotoras, diabetes, enfermedades vasculares y nerviosas periféricas.
Intervención. Se emplearon dos técnicas protocolizadas para la administración de la inyección intramuscular; A o B, de manera aleatoria. La técnica A, o técnica de dos agujas, consistía en extraer la medicación de la ampolla usando una aguja de 21G x 38 mm, la cual es sustituida por otra igual antes de la administración. La técnica B o técnica de una aguja consistía en emplear la misma aguja 21G x 38 mm para extraer la medicación y realizar la administración. El lugar de administración de la inyección fue aleatorizado; dorsogluteo derecho o dorsogluteo izquierdo. Los pacientes no conocían la técnica empleada para la administración de la inyección intramuscular. Cada paciente recibió dos inyecciones del mismo investigador mediante las dos técnicas diferentes. Los investigadores utilizaron el mismo método de inyección para las dos técnicas, diferenciándose sólo en el cambio de aguja.
Recogida de datos. Los datos fueron recogidos por los investigadores, entre enero y mayo de 2009. Se utilizó un cuestionario estructurado y autoadministrado que tenía dos partes; la primera contenía la edad, el sexo y el tipo de accidente, y la segunda contenía la escala del dolor para medir el dolor percibido durante la inyección intramuscular. El estudio fue realizado por dos investigadores; uno que administraba la inyección intramuscular y otro que recogía los datos. El investigador que recogía los datos no conocía la técnica empleada.
Principales medidas de resultados. Utilizaron la estadística descriptiva para analizar mediante porcentajes los datos demográficos edad, sexo y tipo de accidente. Y relacionaron la variable dependiente dolor con respecto a las variables independientes sexo y técnica empleada mediante la prueba estadística T de student. Para dar un valor a la percepción del dolor utilizaron la Numerical Rating Scale donde el valor 0 es no dolor, 5 dolor moderado y 10 dolor más severo. Consideraron un nivel de significación de 0.05.
Resultados. La media de edad fue de 43.2 años con una desviación típica de 9.8. El porcentaje de mujeres fue de 35% y el porcentaje de hombres de 65%. Los traumatismos fueron 71% por accidentes de coche, 17% traumatismo de motos y 12% traumatismos peatonales. Los resultado indicaron que la media de la intensidad del dolor entre la técnica A (técnica de dos agujas) y B (técnica de una aguja) fue significativamente diferente (t=8.27, p<0,001). Con respecto al género, la intensidad del dolor con la técnica B fue significativa (t=2.54, p<0.05).No se encontró diferencia significativa en la intensidad del dolor con la técnica A (t=1.61, p>0.05). En los hombres se registraron mayor intensidad de dolor que las mujeres en la técnica B.
Conclusiones. Los resultados apoyan que el cambio de aguja antes de la administración de la medicación reduce la intensidad del dolor.