Maria jesus Rodríguez San Felipe, Alicia Aguilar Martínez, Begoña Manuel y Keenoy
La obesidad combinada con el cáncer de mama constituye un problema de salud pública dada la gran incidencia y prevalencia de ambas enfermedades.
El objetivo de esta revisión es conocer el estado actual de las investigaciones sobre la relación entre el peso de las pacientes con cáncer de mama y su pronóstico.
El sobrepeso y la obesidad en el momento del diagnóstico se asocian con un peor pronóstico en las mujeres supervivientes de cáncer de mama. Estudios observacionales muestran un aumento del 33% de la mortalidad entre las supervivientes obesas en comparación con las no obesas. Además, el aumento de peso en estas pacientes es común tras del diagnóstico y es mayor aún en las que reciben quimioterapia. Se observan ganancias de 2 � 8kg de peso en el 68% de las pacientes a los tres años del diagnóstico. Cada aumento de 5 kg de peso se relaciona con un aumento del 13% en la mortalidad por cáncer de mama.
Se desconocen los mecanismos que producen este aumento de peso, pero sí se observa que cuanto mayor es éste, mayor es el riesgo de padecer enfermedades cardiometabólicas asociadas lo que conduce a una peor calidad de vida y menor supervivencia global.
Por otro lado, el exceso de tejido adiposo actúa como promotor indirecto de la proliferación celular tumoral y del aumento de los estrógenos circulantes. De ahí la importancia de prevenir un exceso de peso en estas pacientes.
Ante las limitaciones que supone la poca cantidad de estudios controlados aleatorios que estudien específicamente la dieta a aplicar en casos de cáncer de mama, los estudios actuales señalan que una dieta saludable, baja en grasa y azúcares simples, con alta proporción de frutas, vegetales y productos integrales tiene el potencial de reducir significativamente la morbilidad y el riesgo de recurrencia, mejorando por tanto, el pronóstico y la calidad de vida a largo plazo.