La ansiedad que produce el hecho de afrontar una enfermedad crónica tanto para el paciente como para la persona cuidadora puede verse mermada con la utilización de herramientas que potencien la enseñanza, la participación de la familia y la autonomía del paciente sobre los cuidados que a partir de ahora va a precisar.
Los manuales de recomendaciones dirigidas a pacientes y personas cuidadoras se consideran hoy día una herramienta ágil e imprescindible para actuar desde el prisma de la mejora continua, la calidad de los cuidados y la normalización de los mismos. Suponen en sí mismo un instrumento complementario a la información que el personal sanitario proporciona, ya que impulsa la co-responsabilización en los cuidados y favorece un mayor grado de autonomía e independencia.