Eric F. Andrade, Raquel V. Lobato, Débora R. Orlando, Ana Paula Peconick, Luciano José Pereira
El uso de coadyuvantes para aumentar el efecto de vacunas ha sido el foco de varios estudios de investigación en el campo de la salud. Sin embargo, algunas sustancias con potencial coadyuvante pueden tener efectos secundarios con una alta toxicidad por lo que son necesarios métodos menos invasivos y más efi caces para realizar esta función. Varios estudios, investigando los efectos del ejercicio físico sobre diversos parámetros inmunológicos, han mostrado que la práctica de ejercicio físico de ciertas intensidades provoca mejoras en la respuesta inmune y que incluso puede actuar como coadyuvante exógeno inmunitario, por lo que puede ser una herramienta importante para aumentar la efi cacia de la respuesta inmune después de la vacunación. El objetivo de este trabajo es revisar los estudios que demuestran cómo diferentes tipos, intensidades, y duración de ejercicios físicos pueden actuar como coadyuvantes inmunitarios. Para ello se seleccionaron estudios que investigaron los efectos de diferentes protocolos o modalidades de ejercicio sobre la efi cacia de la inmunización después de la vacunación, tanto en humanos como en modelos animales. En cuanto a la intensidad del ejercicio, hay un consenso de que las actividades con intensidad moderada aumentan la efi cacia de las vacunas, mientras que las intensidades ligeras no tienen tal efecto. Entrenamientos únicos de ejercicio de fuerza de los miembros superiores han demostrado ser efi caces para la inmunización de jóvenes, mientras que para las personas mayores, tal efi cacia se observó con la práctica regular de ejercicios aeróbicos a una intensidad moderada. La literatura estudiada permite afi rmar que hay evidencia de que el ejercicio físico se puede utilizar como un complemento de la vacunación, especialmente en la vacunación en ancianos