Las señales biológicas son utilizadas como herramientas para el control y evaluación de las cargas de entrenamiento o los efectos agudos y crónicos que provocan en el organismo del deportista. Este parámetro aún hoy puede ser considerado el más popular de los indicadores de carga empleado por atletas y entrenadores. Cada individuo en condiciones de reposo posee un ritmo natural que, a diferencia de lo que pudiéramos pensar, dista mucho de ser estable. Esto resulta una circunstancia excepcional para su aplicación al entrenamiento deportivo. Estas variaciones es lo que conocemos como Variabilidad del Ritmo Cardiaco. El ritmo cardiaco depende directamente del sistema nervioso autónomo o vegetativo, el cual infl uye también sobre numerosas funciones del organismo rol y evaluación de las cargas de entrenamiento o los efectos agudos y crónicos que provocan en el organismo del deportista. Su control es dependiente de un elevado número de factores, internos y externos, los cuales varían signifi cativamente durante el ejercicio o en situaciones en las que el organismo altera su situación habitual de funcionamiento. Así, podemos observar como durante el ejercicio el balance simpático-vagal depende de la intensidad y duración del ejercicio. Algunos autores proponen que hasta intensidades de aproximadamente el 50% del VO2max los cambios en la variabilidad del ritmo cardiaco se deben principalmente a la disminución de la descarga parasimpático acompañada de un aumento progresivo de la infl uencia simpática. Encima de esta intensidad la frecuencia cardiaca y sus oscilaciones pasan a estar prioritariamente infl uenciados por la actividad simpática. En estas situaciones, las oscilaciones del RC también dependen de dos procesos oscilatorios que actúan como mecanismos de retroalimentación: respiración (arritmia sinorespiratoria); presión arterial (infl uencia barorrefl eja). Estos mecanismos, su evaluación, metodología y herramientas de control, son los aspectos que vamos a analizar en esta revisión