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Weichao Yuwen, A. C. C. Chen
Antecedentes: Los norteamericanos asiáticos son uno de los grupos minoritarios que crecen más rápidamente en los EE.UU. y los chinos constituyen el grupo más numeroso. La evidencia indica que los adolescentes norteamericanos asiáticos experimentan niveles más altos de síntomas depresivos que sus homólogos blancos del mismo género. Resultados cuantitativos indican que existen asociaciones entre factores de crianza y salud mental de los adolescentes norteamericanos chinos. Se justifica una comprensión cualitativa de los estilo de crianza percibidos por los adolescentes norteamericanos chinos y su relación con la salud psicosocial de los adolescentes.
Objetivo: Adquirir una compresnión exhaustiva de los estilos percibidos de crianza de adolescentes norteamericanos chinos y cómo los estilos de crianza posiblemente influyan en la salud psicosocial de los adolescentes.
Métodos: En este estudio cualitativo, seleccionamos 15 adolescentes norteamericanos chinos de edad entre 12-17 años en un área metropolitana del sudoeste. Realizamos dos entrevistas a través de focus group. Los participantes también rellenaron un breve cuestionario que incluía su situación sociodemográfica, historial de inmigración y nivel de aculturación.
Resultados: Los participantes declararon haber notado que los padres tenían altas expectativas sobre el desempeño académico y los valores morales. También percibieron normas familiares más estrictas con respecto a las elecciones de amigos en comparación con sus compañeros no asiáticos. Los padres tendieron a ser más protectores con las chicas que con los chicos. Tanto los chicos como las chicas norteamericanos chinos informaron sobre deficiencia e ineficacia de comunicación con sus padres, que contribuyó a un mayor conflicto entre los padres y los adolescentes y a la angustia emocional de los adolescentes.
Conclusiones: Los resultados aportan evidencia para que las enfermeras desarrollen recursos lingüística y culturalmente adaptados (p. ej., grupos de apoyo a padres, programas destinados a mejorar la comunicación entre padres e hijos) o conectan a estas familias con los recursos existentes para mejorar las habilidades de crianza de los hijos y, en consecuencia, reducir la angustia emocional de sus hijos adolescentes.
