El presente estudio señala la existencia de un verdadero descenso en el número de infracciones cometidas por los jóvenes conductores suecos bajo los efectos del alcohol, especialmente durante los años noventa. Tras analizar las posibles causas del mismo, se llega a la conclusión de que la explicación más plausible de este fenómeno residiría en la estrategia preventiva aplicada en el país, basada en una política contra el alcohol muy estricta (la policía tiene amplios poderes, las infracciones son severamente castigadas, el límite de alcohol tolerado para conducir muy bajo...), política apoyada por un amplio sector de los ciudadanos y conocida como el ‘modelo escandinavo’. El autor ha mostrado que es posible, con la ayuda de la legislación y de las campañas informativas, mitigar uno de los problemas más graves relacionados con el consumo de alcohol. La integración de Suecia en la Unión Europea está teniendo, sin embargo, importantes consecuencias disruptoras en su política contra el alcohol.