La investigación consiste en la valoración de los Modelos Operativos Internos del vínculo entre las madres drogodependientes y sus hijos, así como de la transmisión de dicho modelo del vínculo a través de varias generaciones. El estudio se ha centrado en 28 madres drogodependientes residentes en comunidades terapéuticas; de este grupo se extrajo posteriormente un subgrupo de 16 díadas de madres e hijos. Para la valoración del vínculo en las madres se ha empleado la Adult Attachment Interview de George, kaplan y Main (1985) y para los hijos, la Strange Situation (Ainsworth, Blehar, Waters, & Wall, 1978). Se han obtenido los siguientes resultados: en las madres drogodependientes se advierte un predominio de vínculos poco seguros (Rechazo, 39,3% o Complicados, 53,6%), diverso del que aparece en madres que no lo son; en sus hijos se ha revelado una presencia de vínculos poco seguros (Evitativos, 24% o Ambivalentes, 31,2%) con un importante porcentaje de vínculo desorganizado (25%), un resultado que, sin embargo, no se diferencia de la distribución del vínculo en la población general infantil; en lo que respecta a la correspondencia entre los modelos de vínculo de la madre y los del hijo, el examen de tres categorías de vínculo no ha revelado asociaciones estadísticamente significativas y sólo en los resultados del análisis de la dicotomía seguridad vs. inseguridad han aparecido resultados que podrían considerarse significativos. Estos resultados parecen demostrar, pues, que los hijos tienen una capacidad de adaptación mejor que la de las madres y pueden considerarse puntos de partida para reflexiones que contemplen tanto los factores evolutivos y de madurez específicos del niño como la posibilidad de que la comunidad en la que residen madre e hijo desempeñe un rol de protección.