Objetivos. Explorar las actitudes, los conocimientos y la práctica relacionada con el uso de restricciones físicas en profesionales de enfermería que trabajan con ancianos, así como la relación entre estas variables.
Material y métodos. Estudio transversal de tipo descriptivo y correlacional realizado en 8 residencias geriátricas, basado en 3 cuestionarios que examinaban las citadas variables.
Resultados. Se incluyeron 378 encuestas (94 enfermeras y 284 auxiliares). Los profesionales tenían una actitud ligeramente en contra de las restricciones, si bien estaban dispuestos a usarlas para evitar caídas. Con relación a los conocimientos, obtuvieron un 66% de aciertos; solo un 32% creía que existen alternativas a la contención y el 69,1% ignoraba que pudiese causar la muerte de pacientes. Además, un 69,8% afirmó que su formación era escasa. La práctica podría considerarse aceptable, si bien un 61,9% opinaba que no sería necesario solicitar a la familia el consentimiento informado y solo el 47,1% de las enfermeras registraría siempre en la historia su uso. Existen diferencias en cuanto a actitudes, conocimientos y práctica entre los 2 grupos profesionales. Se observa que cuanto peores son los conocimientos y más favorable es la actitud hacia este procedimiento, peor es la práctica profesional vinculada a su aplicación.
Conclusiones. La actitud del personal ante la restricción física es ambigua, y en sus conocimientos y práctica se han detectado creencias erróneas. Dada la influencia de los conocimientos sobre el resto de las variables es necesario mejorar la formación de los profesionales.
Objectives. To investigate the attitudes, knowledge and practice on the use of physical restraints by nursing staff working with the elderly, as well as the relationship existing between these variables.
Material and methods. A cross-sectional descriptive and correlational study was conducted among professionals from eight nursing homes. Three questionnaires asking about the mentioned variables were used.
Results. A total of 378 questionnaires were finally included (94 nurses and 284 auxiliary nurses). The professionals� attitude was generally against the use of restraints, although they were in favour of using them to avoid falls. With regard to knowledge, they obtained 66% of the correct answers; only 32% believed that there were alternatives to restraints, and 69.1% were unaware that these procedures could cause the death of patients. A total of 69.8% said that their training regarding restraint was limited. The practice could be considered acceptable, although the 61.9% thought it was not necessary to get informed consent from the family, and only 47.1% of the nurses always recorded its use in the patient's history. Differences between attitudes, knowledge and practice were found among the two groups. A relationship between the variables was confirmed; less knowledge and more favourable attitude towards physical restraints correlate with a worst practice.
Conclusions. The attitude of the staff to physical restraints is ambiguous, and erroneous concepts have been detected in their knowledge and practice. Given the influence of knowledge on the rest of the variables, the training of the professionals needs to be improved.