Alejandro Vela Romera, Eduardo Fernández-Segura, Juan José Correa Gámiz, Cristina Garrido Colmenero
En las últimas décadas se han producido importantes avances en la producción artificial de tejidos gracias a la ingeniería tisular (IT). Son varios los tejidos en los que se investigan y se producen cada vez mejores aproximaciones a la realidad, como cartílago, hueso, nervios, vasos, músculo, córnea y piel.
La piel constituye uno de los tejidos mejor estudiado por la IT, pero siempre haciendo referencia a la piel fina, no a la palmo-plantar. Están documentados los problemas que se dan cuando se produce una falta de piel plantar y sería de gran interés tener un buen sustituto de piel gruesa en nuestro arsenal terapéutico.
Puesto que la piel plantar es muy específica y tiene grandes diferencias con el resto de piel corporal, el primer paso para su posible construcción, sería examinar minuciosamente las características que la hacen única, para poder imitarlas por medio de la IT.
Aún se está lejos de un sustituto perfecto de la piel plantar y para su síntesis sería necesario tener en cuenta características propias tales como: grosor, citoqueratinas, estrato lúcido, unión dermoepidérmica, terminaciones nerviosas, glándulas sudoríparas, compartimentalización de adipocitos en la hipodermis�