José María Rumbo Prieto, Luis Arantón Areosa
Introducción: La práctica basada en la evidencia ha supuesto un revulsivo que ha condicionado un cambio en el discurso y ha abierto nuevas opciones y alternativas en la práctica clínica de enfermería. Haciendo una traslación de todo ese movimiento científico de evidencia al complejo campo del deterioro de la integridad cutánea nos damos cuenta de que para poder realizar un abordaje integral de calidad y eficiencia, se requiere contar con intervenciones estandarizadas (NIC) basadas en actividades con adecuado nivel de evidencia.
Objetivo: identificar y describir que actividades de enfermería, basadas en razonamientos de evidencia, se pueden implementar con las intervenciones NIC para el cuidado de úlceras por presión.
Material y métodos: Estudio descriptivo. Método QIT (Quality Implement Team). Revisión y consulta bibliográfica sobre recomendaciones de evidencias en úlceras por presión (UPP), Diagnósticos NANDA-I, intervenciones NIC y resultados NOC. Técnica cualitativa de grupo nominal y justificación por consenso de panel de expertos.
Resultados: A través de la taxonomía NANDA-I relacionamos 8 diagnósticos de enfermería con el cuidado de las UPP. Tales diagnósticos, a su vez, generan 10 resultados NOC, que para su cumplimiento necesitarían de 12 intervenciones NIC basadas en 52 actividades y/o procedimientos clasificados según recomendaciones de evidencia.
Cada actividad descrita permite logar niveles de cuidados eficaces y eficientes para la consecución de lo resultados, en base a la mejor evidencia científica disponible.
Conclusiones: Este estudio, sobre evidencias e intervenciones NIC en el campo de las UPP, supone un paso adelante en una de la líneas de investigación propuestas en la IV Reunión de Enfermería Basada en la Evidencia, destinada a vincular los Sistemas Estandarizados de Lenguaje Enfermero (SELEs) y las evidencias. Se deja constancia de la complejidad que supone implementar cada intervención NIC (definida por un listado de 20-30 acciones) con actividades basadas en evidencia y, aún así, saber que es el camino adecuado para conseguir una práctica clínica de calidad y eficiencia (la mejor práctica posible).