La toxina botulínica (TB) ha supuesto un avance terapéutico básico en Neurología solo comparable al de la levodopa. En el momento actual, la TB se usa rutinariamente en enfermedades relacionadas con un exceso de contracción muscular, incluyendo distonía y espasticidad. En los últimos años, la TB se usa en dolor relacionado con distonía cervical y espasticidad, y también en dolor aparentemente no relacionado con contracción muscular, especialmente en la cefalea crónica diaria. Finalmente, la TB tiene un papel destacado en otras molestias muy frecuentes en enfermedades neurológicas, especialmente sialorrea y bruxismo. El mecanismo de la TB incluye una acción motora, bien conocida en terminal neuromuscular, y es también evidente un mecanismo analgésico, probablemente por inhibición de la liberación de neurotransmisores relacionados con el dolor.