El consumo de alcohol es un problema de salud pública en toda América Latina, siendo el causante de miles de muertes anuales y de millones de años de vida saludable perdidos por enfermedades agudas y crónicas causadas por su consumo. Aunque el consumo es mayor y más frecuente entre los hombres, las mujeres y las adolescentes están incrementando su consumo más rápidamente que los hombres y adolescentes varones. La cerveza es la bebida alcohólica más consumida, seguida de los destilados; sin embargo encontramos diferencias entre países, ya que en algunos el vino es la bebida más consumida. La industria que produce, distribuye y vende bebidas alcohólicas es poderosa, en gran parte globalizada, y con gran influencia política; por todo ello, la situación actual favorece los intereses comerciales en detrimento de la salud pública. Las políticas públicas existentes en América Latina son insuficientes para responder a esta situación a nivel nacional, donde encontramos poca o ninguna reglamentación del consumo y disponibilidad de las bebidas alcohólicas, sobre precios e impuestos, o control gubernamental de la comercialización y de la publicidad. Hay asimismo pocas investigaciones que permitan informar la acción política. Las lagunas en la prevención y el tratamiento del consumo de alcohol y problemas relacionados se discuten aquí, así como algunas perspectivas para el futuro.