Margarita Garrido Abejar, María Dolores Serrano Parra, Raquel Bartolomé Gutiérrez , Vicente Martínez Vizcaíno
Objetivos. Estimar las diferencias entre sexos respecto a: la prevalencia del síndrome de fragilidad, su asociación con factores sociodemográficos y biopsicosociales de salud, y su impacto sobre la dependencia en una población de mayores institucionalizada sin deterioro cognitivo grave.
Material y métodos. Estudio descriptivo, transversal y multicéntrico realizado en 16 residencias de Cuenca. Los mayores fueron seleccionados mediante muestreo aleatorio, cumplieron criterios de inclusión 281 residentes. Mediciones: fragilidad siguiendo los criterios de Fried, edad, género, morbilidad, síndromes geriátricos, dependencia, estado cognitivo, estado de ánimo y calidad de vida.
Resultados. La prevalencia de fragilidad fue del 53,7% (60% en mujeres). Se asociaron con fragilidad: edad, enfermedades respiratorias, osteoarticulares, diabetes, ambos déficits sensoriales, ambas incontinencias, mayor consumo de fármacos, hospitalización en el último año, deterioro funcional, deterioro cognitivo y síntomas depresivos. Ser frágil se asoció de forma independiente con dependencia (OR = 5,1), con mayor fuerza en varones (OR = 7,3), que en mujeres (OR = 3,6). Los criterios clínicos de fragilidad que mejor predijeron dependencia fueron la pérdida de energía en las mujeres (OR = 4,7) y la escasa actividad física en los varones (OR = 12,3).
Conclusiones. La prevalencia de fragilidad encontrada en mayores institucionalizados es mayor que la descrita en la población general. Los mayores frágiles presentan peores resultados de salud en las dimensiones biológicas y psicosociales, lo que sugiere que a la afectación física acompaña una crisis de identidad. La fragilidad se expresa de forma diferente en varones y mujeres, estas presentan una mayor prevalencia, pero su impacto sobre la dependencia es menor que en los varones.
Aim. To analyse the differences between men and women as regards the prevalence of the frailty syndrome, its association with different sociodemographic and bio-psychosocial health factors, and its impact on the level of dependence of institutionalised elderly men and women with no severe cognitive decline.
Methods. A cross-sectional, descriptive and multicenter study was conducted in 16 nursing homes in Cuenca (Spain). A representative sample of 281 elderly who fulfilled the inclusion criteria was randomly selected. Measures: frailty following Fried's criteria, age, gender, morbidity, geriatric syndromes, level of dependence, cognitive status, mood and quality of life.
Results. The overall prevalence of frailty was 53.7% (60% among women). The following criteria were associated with frailty: age, respiratory diseases, arthritis, diabetes, sensory deficits, urinary and faecal incontinences, polypharmacy, hospitalization in the past year, functional impairment, cognitive decline and depressive symptoms. The states of frailty were independently associated with dependence (OR=5.1), more strongly in men (OR=7.3) than in women (OR=3.6). Clinical criteria of frailty that best predicted dependence were: exhaustion in women (OR=4.7) and low physical activity in men (OR=12.3).
Conclusions. The prevalence of frailty found among the institutionalised elderly population was greater than that expected for a general population. Older frail adults had poorer biological and psychosocial health results, suggesting that the physical decline is accompanied by an identity crisis. Frailty expresses differently in men and women. Women have a higher prevalence, but its impact on their dependence is less than men.