Mujer de 75 años institucionalizada en residencia, con antecedentes de deterioro de las funciones superiores, osteomielitis con fractura patológica de mandíbula hace un año y traumatismo en tarso izquierdo un mes antes. La paciente estuvo ingresada 2 semanas con el diagnóstico de sepsis de origen urinario, con hemocultivo positivo para Enterococcus faecalis que se trató con ciprofloxacino, vancomicina y linezolid. A los 4 días del alta, reaparece la clínica, por lo que consulta nuevamente. Se constata persistencia de la clínica miccional y sedimento patológico, por lo que se reinicia antibioterapia con ciprofloxacino 500 mg/12 h vía oral, quedando afebril. Una semana después, es remitida de nuevo a urgencias por reaparición de la fiebre, así como edema doloroso en extremidad inferior izquierda. En la exploración física destaca edema caliente de extremidad inferior izquierda, púrpura no palpable en ambas extremidades inferiores, con lesiones grandes y agrupadas en tarso izquierdo y auscultación cardíaca rítmica, con extrasístoles frecuentes. Analíticamente, llama la atención anemia, neutrofilia y dímero D mayor de 6.000. Se realiza una ecografía Doppler de extremidades inferiores que descarta trombosis venosa profunda, y tomografía axial computarizada de tórax que descarta tromboembolismo pulmonar, así como tomografía axial computarizada abdominal en la que se aprecia una ligera hepatomegalia y esplenomegalia con lesiones hipodensas que sugieren infartos sépticos (fig. 1). Ante estos hallazgos y la presencia de enterococo en hemocultivo, se realiza un ecocardiograma que confirma endocarditis de válvulas aórtica y mitral1-3. Con el diagnóstico de endocarditis complicada, se...