Uno de los grandes aspectos con los que, a menudo, se enfrenta la enfermería en su práctica diaria es la muerte de la persona cuidada, en muchos casos, considerada como un fracaso de la acción terapéutica y cuidadora, y por lo tanto rechazada, por su aspecto traumático, tanto para los profesionales como para los clientes de la atención sanitaria.
El escaso abordaje de una de nuestras responsabilidades en el cuidado de la persona, expresamente definido por V. Henderson como �la ayuda a una muerte digna� nos obliga a reflexionar sobre esta realidad ineludible del ciclo Salud-enfermedad-muerte, a fin de comprender un proceso en el que los profesionales de enfermería podemos y debemos ser una ayuda fundamental, tanto para el paciente como para su entorno familiar.
En este trabajo hemos intentado reflexionar sobre el proceso de muerte desde la filosofía y antropología, con el fin de desdramatizar, asumir y entroncar en nuestra práctica esta realidad, social y profesionalmente rechazada, para poder ayudar a la persona a morir dignamente.
One of the greatest aspects that nursing usually deal with in their daily practice is the death of the person they are looking alter, and in many cases is considered as a failure of the therapeutic and care action, and so rejected due to its traumatic aspect for professionals and clients of sanitary attention.
The poor study of our responsibilities when taking care of a person, defined by V. Henderson as �the help to a dignified death� makes us think about the cycle health-illness-death, to comprehend a process where nursing professionals can and have to be a fundamental help for the patient and his family.
In this work we have tried to reflect on death process from philosophy and anthropology, with the aim of defusing, assume and relate our practice to this reality social and professionally rejected to help a person to die decently.