M. Subirana Domènech
La certificación de una muerte natural forma parte del quehacer diario médico. Pero en el ámbito asistencial, no se debe certificar una muerte violenta o sospechosa de criminalidad. Normalmente, los signos indicativos de una muerte violenta son muy evidentes, y difícilmente pasan desapercibidos. Ante la sospecha o evidencia de ésta, se deberá remitir un parte judicial de defunción al juzgado o llamar a la policía. Posteriormente, el juez ordenará el levantamiento del cadáver y la autopsia médico-forense (judicial).