Delia Celorrio González
Resulta asombroso como puede cambiar nuestra perspectiva al ser nosotros, los sanitarios, las personas ingresadas o los acompañantes de éstas en un hospital. Nos volvemos más vulnerables, con más necesidad de atención y de información. Pensamos, vemos y sentimos las cosas desde una nueva perspectiva, no desde el punto de vista del cuidado, si no desde el punto de vista del cariño. Afloran nuevos sentimientos y realidades, que quizás queden invisibles a nuestros ojos en la práctica diaria. Por lo que una experiencia de este tipo puede ser muy válida para reflexionar y entender a los pacientes y a sus familiares.
El texto que se presenta a continuación se expone una experiencia personal sobre el cuidado de un familiar. Para mi esta experiencia ha sido relevante y me ha ayudado a reflexionar y a actuar de manera diferente en mi práctica clínica.
It is astonishing how it can change our perspective to be us, the health, persons entered or the companions of these in a hospital. We become more vulnerable, with more need of attention and information. We think, see and feel things from a new perspective, not from the point of view of care, if not from the point of view of love. There are new feelings and realities, perhaps remaining invisible to our eyes in everyday practice. An experience of this kind can be very valid for reflection and understanding to patients and their families.
The text I have below is a personal experience in the care of a family member. For me this experience has been relevant and has helped me to think and act differently in my clinical practice.