Jim McVeigh, Michael Evans Brown, Mark A. Bellus
Hay un gran interés hacia serie de medicamentos usados para la mejora o potenciación de distintos aspectos de la condición humana, lo que les convierte en un nuevo problema de salud pública al que se ha prestado poca atención hasta ahora. En un intento por ser más fuertes, felices o inteligentes, o para parecer más delgados, más jóvenes o más bellos, la gente está recurriendo a diversos productos farmacéuticos. La amplia disponibilidad de fármacos con potencial para mejorar las capacidades humanas, la apariencia y las habilidades ha generado una nueva y cada vez mayor audiencia de usuarios. A diferencia de los usuarios de drogas como la heroína, la cocaína, etc., estos usuarios de este tipo de sustancias no necesariamente se perciben a sí mismos como �usuarios de drogas�. Las personas atraídas por estos medicamentos pueden tener un escaso o ningún conocimiento sobre los peligros físicos o psicológicos asociados con estas sustancias o sobre su potencial adictivo. Además de los potentes efectos de muchos de estos medicamentos, existen considerables riesgos asociados a la naturaleza clandestina del mercado. El creciente número de medicamentos no evaluados, prohibidos o adulterados y la falta de garantías y de calidad en el proceso de fabricación ilegal ha dado lugar a serios problemas y muertes. La facilidad con que los productos farmacéuticos pueden ser fabricados y distribuidos, junto con los importantes beneficios que se pueden conseguir desde el mercado ilegal, se ha traducido en un creciente desafío para los responsables de las políticas y los sistemas de salud en muchos países. Esta editorial tiene como objetivo dar a conocer esta nueva situación asociada a estas drogas potenciadoras y a ofrecer una breve visión de alguna de ellas y de los riesgos asociados.