El concepto madre, no se puede concebir como un hecho aislado en el tiempo, sin comprender las influencias que sobre la mujer han tenido los diferentes acontecimientos de la historia. Los cambios sociales, políticos y demográfico, han condicionado que la situación de la mujer evolucione hacia libertades, derechos, adquisición de nuevos roles, ocupación de puestos en la sociedad que hasta ahora sólo estaban reservados para el hombre. La nupcialidad, fecundidad y natalidad se han adaptado a las nuevas circunstancias políticas y sociales. La maternidad conlleva una responsabilidad gigantesca, implica grandes exigencias impuestas casi exclusivamente a la mujer desde lo social, que llegan a generar miedo. La labor de los profesionales sanitarios que participan en el cuidado y asesoramiento de la gestante y puérpera será ofrecerles una atención de forma integral, actitud de escucha y de apoyo sobre cuestiones relativas al comportamiento sexual que exige un tacto exquisito, así como integridad, tolerancia y comprensión. Muchas mujeres en este periodo solicitan ayuda del personal sanitario. Los profesionales dedicados al cuidado de la salud de la mujer, deberían incidir de forma clara, explícita y sistemática, al hacer los controles durante toda la gestación, en el ejercicio de la sexualidad como conducta saludable.