Introducción: existen diversos valores que nos permiten determinar si una cadera es displásica o no. El más conocido y empleado de todos es el análisis radiológico de esta articulación. Un gran estudioso de la cadera como Sohier plantea además, la posibilidad de utilizar la evaluación de la estática del sujeto para realizar un buen diagnóstico. El concepto Sohier determina que existen dos tipos de cadera, expulsiva o displásica y penetrante, y que cada una de ellas se correlacionaría con un posicionamiento del centro de gravedad del sujeto. Objetivo: comprobar y confirmar la hipótesis de Sohier de que los individuos con predominio de centro de gravedad anterior tienen caderas expulsivas, y penetrantes los de centro de gravedad posterior. Material y método: se trata de un estudio descriptivo, observacional y transversal, realizado en la Unidad de Fisioterapia del Hospital FREMAP-Majadahonda, en el que se analiza la cadera de 10 sujetos jóvenes sin alteraciones en las extremidades inferiores, a partir de la evaluación de diferentes ángulos radiológicos de una placa de pelvis, la exploración estática de la morfología de la extremidad inferior y la determinación del centro de gravedad segmentario a partir del empleo de una plataforma de equilibrio. Resultados: los resultados del estudio muestran una significación con una p = 0,001 para las relaciones de contingencia entre el tipo de cadera y las siguientes variables: actitud de la articulación coxofemoral, tipo de pie, morfología del tobillo, posicionamiento de la tibia, báscula pélvica, curvatura lumbar, tipo de marcha y tipo de práctica deportiva. Además, la concordancia entre el tipo de cadera y la lectura de la plataforma de equilibrio es completa. Conclusiones: los sujetos de predominio de centro de gravedad anterior tienen tendencia hacia una cadera expulsiva y los de centro de gravedad posterior hacia una cadera de tipo penetrante.